El otro día ocurrió algo realmente maravilloso. Esos tipos de El Mundo Today, a los que habría que canonizar, publicaron en su web una genial entrevista falsa a Corinna Larsen, la follamiga simpática del Juancar. Uno de los momentos más geniales de la entrevista eran unas declaraciones de la teutona en las que decía que al rey emérito le encantaba hacer la broma de:
-Tengo que llamar a mi abogado
– ¿Qué abogado?
– El que tengo aquí colgado.
Pues resulta que, en el Faro de Vigo, que es un periódico centenario. alguien debería estar fumando crack en la edición y publicaron la entrevista de coña como si fuera verdadera. Evidentemente, aquí que somos muy cabrones y les ofrecimos trailers de escarnio, mofa y befa. El caso es que yo empatizo un poco con los del periódico gallego porque si nos ponemos a investigar cosas que han pasado con el rollo del follique en las cortes de este país, nos podemos encontrar que esa historia del Mundo Today es un capítulo de Doraemon comparado con Lo que nos ofrece la realidad de la historia.
Yo no soy patriota. Me da igual ese sentimiento, ni cargo contra el que lo tiene, ni hago proselitismo para que la gente no lo tenga. Básicamente, me suda la bolsa escrotal sentirme español, vasco, madrileño o de Vanuatu. Ahora bien, hay una cosa de España que me encanta y es que es un país que siempre está a una milésima de un fluido que se compone de surrealismo y cutrez que puede explotar en cualquier momento. Y pocos nos libramos de transportar esa mercancía peligrosa, ya seamos pueblo llano, clase media, aristocracia y por supuesto nuestros jefes de Estado.
Por eso he decidido reabrir este blog infecto para contar alguna historia cachonda relacionada con el sexo y nuestros reyes, que hay donde elegir. Conviene recordar que esto que hago no es historia sino higadillo subjetivo y que mi documentación no pasa de google y escuchar algún podcast cuando estoy insomne porque he cenado chistorra y la acidez me impide dormir.
Así que INSERT COIN, JUGUEMOS.
FERNANDO EL CATOLICO Y LA VIAGRA CASERA
Los Reyes Católicos, aunque seamos de izquierdas y antimonárquicos, tenemos que reconocer que eran gente preparada. Tipos con visión a largo plazo, prácticos y espabilados, si vivieran en el 2020 seguro que hubieran fundando una Stuart up o una aplicación para móviles y ahora estarían forrados.
Lo que pasa es que la historiografía patriotera ha vendido que además de buenos mandatarios (que lo eran) eran un matrimonio sólido, y eso es para descojonarse vivo. Básicamente no lo eran porque Fernando de Aragón era, elijan el calificativo que más les guste, un follancín o un pichabrava. Antes de casarse con la Isabel, que debía ser un poco rancia, el amigo ya tenía un hijo porque había hecho match en Tinder con una catalana que se llamaba Aldonza de Ivorra y habían estado de guarreo varios años (imagino que sería una catalana no indepe porque no me imagino a un Trastamara retozando con una de las CUP). El hijo este prematrimonial llego a ser Obispo de Zaragoza y el mismo tuvo un montón de hijos bastardos. Cosas del renacimiento que eran superguays.
Después ya se casó con Isabel, pero vamos que la estuvo poniendo los cuernos cosa mala. Y cuando la catolísima tuvo una mala digestión y palmó, a Fernando le entro un agobio que para qué. El caso es que su hija Juana La Loca, que tenía muy mal puesto el sobrenombre porque no se debía llamar “la loca” sino “la que le pusieron la cabeza como un bombo”, ya se había casado con Felipe el Hermoso y habían venido a las Españas. El yerno no le gustaba nada a Fernando El Católico, porque Felipe el Hermoso, era como Maluma, muy guapo, con mucha coreografía, pero ofreciendo un show que era una mierda del tamaño de un triceratops. Fernando pensó, “vale al regguetonero le puedo dejar Castilla, pero Aragón que es mi tierra, este no la hereda”. Decidió entonces liarse con un noble hípster del Barrio de Gracia que se llamaba Germana de Foix, y se puso con la dieta del cucurucho para engendrar otro heredero. Lo que pasa es que andaba mayorcete el hombre y la cosa no le funcionaba. Entonces la Germana esta le dijo “mira Cari, he alquilado un Castillo en el Valle del Jerte porque todo el mundo sabe que en Extremadura se folla muy bien”. Se fueron para allí, pero nada, aquello seguía muerto. Ya desesperados recurrieron a uno que andaba por allí que debía ser como Paco Porras y les recomendó que tomaran un viagra de la época que se llamaba cantárida que era una autentica cochinada. Era un escarabajo verde que una vez muerto, se machacaba con un mortero y convertido en polvo se ingería. El caso es que estaba bien pensado porque era un vasodilatador igual que el viagra, pero se debieron pasar con la dosis, al católico le dio una hemorragia cerebral y se quedó muñeco.
El reino lo heredó el hijo de Maluma, que se llamaba Carlos I de España y V de Alemania que a pesar de ser más sieso que un puerro no salió al padre y gobernó el imperio decentemente.
CARLOS II, MICROPENE Y ANIMACIÓN ESPERMÁTICA
Los Austrias se dividen en dos grupos:
- Coñazos y eficientes (Carlos I y Felipe II)
- Tontos del culo (Felipe III y Felipe IV)
Y ya luego nació un pobrecico. Desde luego que nos vamos a reír de Carlos II porque somos unos cabrones, pero hay que reconocer que el chavalín daba un poco de pena. Lo que pasa cuando tus tatarabuelos son primos, tus bisabuelos también, tus abuelos también y tu padre te ha engendrado con su sobrina es que vas a estar nada más que regular y no te lo va a curar los ibuprofenos. El chaval nació muy muy feo y cromosómicamente era como un gazpacho Alvalle. Si ya juegas con esas cartas en la vida y encima estas rodeado de hijosdeputa que no paran de hacerte cabronadas pues no tienes una existencia sencilla.
El chaval con sus taras fue creciendo, pero claro tenía que tener descendencia, y le buscaron una novieta de la corte más influencer de la época María Luisa de Orleans, sobrina del Rey Sol que era como Rosalía en su época, lo petaba. Los casaron y al lio, El caso es que Carlitos no sabía follar, así literalmente, no entendía el mecanismo de papá pone una semillita en mamá y la empuja con su masculinidad y para más inri debido a sus desordenes genéticos tenia micropene. Aquello era un rollo de tres pares de narices y entonces decidieron que iban a poner a un cura de mamporrero, es decir, los reyes se desnudaban y mientras a Carlos II le ponían Bob Esponja para que se animara, el cura cogía la pichurrilla del rey y la introducía en la reina, y cuando parecía que ya se podía concluir, resulta que el tipo tenia los espermatozoides más vagos que un diputado autonómico.
Ahí le hicieron al chaval una cosa muy fea. Los curas, que son gentuza, le dijeron que no tenía los soldaditos bien porque no había velado el cadáver de su padre y era un castigo divino. Decidieron desenterrar a Felipe IV y que el rey velara el cadáver de su padre descompuesto durante dos días. Lo único que consiguieron es crearle al mozo un trauma del re hostia y que eso no funcionara
María Luisa ya harta de todos estos, se murió de unas fiebres, pero los asesores seguían dando la matraca con que tenía que tener descendencia y le buscaron otra esposa. Se fueron de gira por Europa como el que va a una feria de ganado a comprar vacas y le trajeron una novia nueva así gordibuena que era de una familia que se embarazaban solo con mirarles: Mariana de Neoburgo. Volvieron a hacer el numerito de la cabra con el mamporrero y toda la parafernalia, pero nada. Carlos II se murió de sus cosas y sin descendencia. The Dream is Over , señores Austrias.
Los médicos actuales han concluido que posiblemente lo que padecía Carlos II era una alteración cromosómica que se llama Síndrome de Klinefelter, la otra persona famosa de la historia con esta enfermedad era de ficción y se llamaba Forrest Gump y cambiando un poco su frase famosa se resumiría muy bien lo que pasaría en España los siguientes siglos: “La vida es como una caja de Borbones, nunca sabes que te va a tocar”.
LUISA ISABEL DE ORLEANS, GANDIA SHORE EN EL PALACIO REAL
Los borbones son como kilómetros y kilómetros de plancha con este tema del sexo, y hablare del pollón de Fernando VII y de las producciones porno de Alfonso XIII en la siguiente entrada de este blog, pero ahora quiero presentar al personal, a una tía que me cae muy bien y se llamaba Luisa Isabel de Orleans.
Pero primero un poco de contexto, un poco de chapa, vamos. El primer rey borbón de España era Felipe V que estaba como un maldito cencerro, no se bañaba, montaba unos dramas del copón, era ciclotímico y además estaba casado con una tipeja más mala que Cayetana Álvarez de Toledo, que se llamaba Isabel de Farnesio. Tenían varios hijos y el mayor iba a heredar, se llamaba Luis, y era un poco tonto. Felipe V estaba ya agotado de reinar y decidió que iba a abdicar, pero antes había que casar al chiquillo. Otra vez se hicieron los guays y pidieron a la corte de Francia una pareja para su hijo, pero esta vez la gabachada les trolleo cosa mala y mandaron a la más choni de la corte gala.
Si a Luisa Isabel de Orleans la pones en la consulta de un psiquiatra en 2020 el diagnostico está claro: Trastorno Límite de la Personalidad. A mí la tipa me hace muchísima gracia, pero Luis I de España era un coñazo de tipo y su madre más, y desde que llego a la corte la trataron como si les hubiera llegado roto por el Ali Express.
A ver, la chavala tenía sus cosas, principalmente le gustaba muchísimo “el plan comando”, le gustaba andar fresquita, no gastaba en bragas y además le encantaba subirse a sitios altos para que contemplaran el tiramisú. Era maja, no estaba para nada crecida y se ponía a limpiar las ventanas del Palacio Real para ayudar al servicio, pero sin ropa interior imaginaos todos esos ministros, válidos y embajadores paseando por allí, viendo Miranda de Ebro.
La suegra se cabreo mucho y la obligo a la fuerza a ponerse muda, pero Luisa Isabel tenía unos ovarios del tamaño de dos bombonas de butano llenas y dijo “Ah, sí, me obligáis a usar bragas, vale, las usare, pero solamente sucias”. No se sabe si fue el mejor el remedio que la enfermedad porque no eran muy higiénicos en el siglo XVIII y el ambiente estaba cargadito.
Luis I no quería nada con ella porque era muy vulgar y no consumaron el matrimonio, pero Luisa Isabel era una tía muy libre y dijo que si no follaba con el rey se iba a trincar a quien fuera. Se había traído de Francia un mayordomo que se llamaba Magny que le hacía gracia y su principal actividad durante el día era ponerse ciega a orujo y perseguir al Magny este enseñándole el pechamen y el bullerengue.
Se lo pasaba de lujo, como vemos, pero Luis I de España, que no ha hecho más que molestar en esta historia tan chula, pilla la viruela y se muere. Isabel de Farnesio no tarda en meter a su nuera en un carromato destino a Francia a los pocos días. En Versalles, sigue montando un rato el show, pero los borbones de allí cortan por lo sano, la meten de por vida en un convento. Y allí muere a los pocos años, sola y triste. Menuda panda de canallas.
Y aquí acaba la primera parte de esta compilación loca de historias marranuzas de los monarcas españoles, nos espera una segunda parte donde veremos miembros de tamaño descomunal, ninfomanías y ángulos de cámara picarones. Vaya pasada.
A cuidarse y a ser buenos súbditos
Viva Ejpaña
lasherenciasolvidadas 